En la
noche fría un hombre abandonado por la vida, por la sociedad, por las personas,
por una familia y por un hogar que ya no están en aquellos tiempos duros donde
la comida es escaza y la nieve congela hasta los huesos se encontraba ese
hombre, ¿su nombre? Nadie lo sabe ¿de dónde es? ¿De dónde viene? ¿Qué hace? A nadie
le importa, todos están perdidos en su mundo en una sociedad humana que no
tiene nada de humanidad...
Aquella noche se encontraba el, en lo que podía llamar su hogar, un lugar improvisado, sin techo alguno sentado en su cajón de madera cerca de una casa en un callejón por donde pasan las tuberías la nieve caía como caen los sueños de aquellos que tantas decepciones han llevado y las esperanzas de las personas con las que la vida no ha sido tan justa como para otros, como caen los brazos de aquellos que dejan de luchar, así caía la nieve esa noche. A lo mejor ese hombre tenía ese hogar improvisado quien sabe si porque en la casa contigua la calefacción lo reconfortaba o que en aquella casa había una hermosa familia y él podía vislumbrar un hermoso hogar, una familia, niños, mascotas, todos felices y sentirse menos solo.
Aquella noche se encontraba el, en lo que podía llamar su hogar, un lugar improvisado, sin techo alguno sentado en su cajón de madera cerca de una casa en un callejón por donde pasan las tuberías la nieve caía como caen los sueños de aquellos que tantas decepciones han llevado y las esperanzas de las personas con las que la vida no ha sido tan justa como para otros, como caen los brazos de aquellos que dejan de luchar, así caía la nieve esa noche. A lo mejor ese hombre tenía ese hogar improvisado quien sabe si porque en la casa contigua la calefacción lo reconfortaba o que en aquella casa había una hermosa familia y él podía vislumbrar un hermoso hogar, una familia, niños, mascotas, todos felices y sentirse menos solo.
Sin embargo
a pesar de todo tenia frio, hambre como todos los días miraba a la calle
arropado en su pequeña manta sentado encogiendo las extremidades del cuerpo
para poder calentarse un poco más con guantes su fiel sombrero y su bastón,
fieles compañeros y así transcurría la noche el esperando a un corazón bondadoso
que le diera alguna limosna para comer y mantenía su taza en el piso para
escuchar las monedas cuando caen ese tintineo que le estimula es apetito aun más
porque sabe que falta poco para comer… así transcurría, enfurruñado mirando las
aceras, los autos, las personas, con una mirada inquisitiva, una mirada
curiosa, una mirada melancólica y triste una mirada que con pocas o muchas
palabras sería difícil de describir que solo se puede desglosar con aquel que
la mira y la entiende solo para esa persona y ya, esa persona no podrá explicarla
solo entenderla para sí mismo.
Esa noche
como todas las noches el con frio, con hambre, con tristeza y decepción ve como
la vida sigue y las personas los seres humanos parecen ser más maquinas que
seres, más inhumanos que humanos, ve una sociedad que poco a poco va perdiendo
los valores y se va perdiendo las detalles de esta vida las hermosas cosas que
hace de ella un viaje extraordinario.